Menorca es un paraíso que cualquier visitante quiere disfrutar al máximo, aprovechar cada momento para experimentar las sensaciones que nos regala, vivir su naturaleza, respirar su aire, su calma.

Casa Bruna te da la posibilidad de hacer todo esto, es perfecta para disfrutar de la vida al aire libre, de un ambiente de privilegiada tranquilidad. Tiene un jardín precioso como ya quedan pocos, que rodea toda la casa, con una amplia superficie de césped impecable, una piscina y una gran terraza. Y, lo más importante, se encuentra en una pequeña calle de tan solo unas cuantas casas, calle sin salida, en la parte elevada de la ya de por si tranquila urbanización residencial de Binibeca Nou. Aquí estás cerca de todo, pero lo bastante apartado del tráfico y bullicio como para poder vivir toda la paz que puede respirar la isla de Menorca.

Como ya dijimos tiene un generoso jardín maravilloso, igualmente tiene una terraza excepcional, una parte como solárium y una parte cubierta que abarca casi un lateral entero de la casa. Aquí toda la familia o el grupito de amigos se pueden repartir gustosamente, aprovechar para tomar el sol en una de las tumbonas al lado de la piscina, o sentarse al frescor de la sombra. La amplia cocina comunica directamente con la terraza, con que es muy cómodo desayunar, comer, cenar, merendar.... al aire libre. La cocina se abre en un gran arco al salón que a su vez tiene amplios ventanales hacia el exterior, y el resultado es un espacio luminoso, equipado y decorado con mucho gusto y cariño. El corazón de la casa, donde además en la época más calurosa del año uno se puede refrescar con el aire acondicionado.

También el dormitorio principal, con cama de matrimonio y cuarto de baño en suite, tiene aire acondicionado, los otros dos dormitorios, uno con cama de matrimonio, el otro con dos camas, comparten el segundo cuarto de baño y están equipados con ventiladores.

El emplazamiento privilegiado de Casa Bruna significa que con toda la tranquilidad que tiene, al mismo tiempo estás cerca de todo. Con pocos pasos estás al lado del mar, la maravillosa playa de Binibeca, con su pinarcito, sus merenderos, está a 800 metros y Cala Torret, donde los menorquines se bañan desde las rocas y varias plataformas, está aún más cerca. No te ofrece sólo el chapuzón más auténtico en el mar sino también bares, restaurantes, un supermercado bien surtido y un alquiler de kayaks. Hay varios restaurantes con una vista sobre el mar espectacular.

Y para todos los que les gusta caminar hay que saber que justo al lado de Casa Bruna, la urbanización se mezcla con unos pequeños pinares, con un barranquito de acebuches y la garriga menorquina. Paseando cómodamente, incluso si con los más pequeños de la casa vas con cochecito, puedes explorar la naturaleza isleña, prácticamente al lado de tu casa. Los corredores y ciclistas enlazan directamente con el ya famoso “camí de cavalls”.